Miles de gotas de agua discurren por la cascada como las letras de mis palabras. Un corte en el cauce provoca el fuerte desnivel por el que se
precipitan, caen al vacío y se dispersan. Pero la brutal caída produce un
hermoso espectáculo. Un sonido ensordecedor que retumba más allá de lo
esperado, una bruma permanente que envuelve el río y en ocasiones un arco iris
que corona el desmoronamiento del agua. Bajo las aguas, en secreto, la erosión
y el caos ha producido un bello endurecimiento en la roca llamado travertino.