Cuentos, relatos, poesía…




sábado, 19 de diciembre de 2015

Una torre en París



No se cuantos años tiene. Se que es alta y fuerte. Se alza sobre el Campo de Marte. Parece rígida pero se ondula ligeramente cada vez que el viento sopla. Su aspecto está oxidado y a pesar de no tener color destaca sobre la ciudad. Cuando viajas en metro, cuando te asomas a la ventana del hotel, siempre que alzas la vista está ahí, sus fríos hierros se asoman a todos los rincones. Sin embargo ella no te mira porque tiene la vista fija al fondo, al otro lado de la ciudad, donde ya no hay casas ni circulación, donde las personas no se agolpan  en las calles, ni se visten con tacones. Al fondo donde la vida es impredecible, el cielo azul, el suelo arenoso, y el horizonte sin definir.


lunes, 30 de noviembre de 2015

sueña



El sol duerme, las estrellas brillan, y la luna vigila.

Puedes descansar tranquilo. Duerme, nadie va a perturbar tus sueños. Cierra los ojos y sueña. Todo lo que te rodea no existe, es sólo una ilusión, intenta tocarlo y verás cómo se desvanece. Apártalo lejos de ti y deja espacio para que otras imágenes ocupen ese lugar. Deja que otros colores más claros te iluminen.

Cambia de canal.

domingo, 22 de noviembre de 2015

estelas en el mar



Es azul e inmenso. Está en calma pero en la superficie se retuercen las olas formando cientos de manchas blancas que se pierden en la lejanía. Es el rastro de la embarcación, un buque de guerra que arribó en un puerto equivocado. Dividió las aguas al entrar por la bahía, exhibió su sistema de armas y decidió que era el lugar idóneo para atracar. El excesivo calado y el peso de las corazas dejó al buque encallado en la arena. Con el tiempo el movimiento incesante de las mareas turbó al capitán que aburrido levantó el ancla y zarpó. Con él huyó el grupo de batalla cruceros, fragatas y destructores. Aún puedes verlos a lo lejos.

miércoles, 18 de noviembre de 2015

adorable música corriente




Suena el aspirador de humos de la cocina, la tele a media voz, el silbido de la olla, los vecinos del sexto que han olvidado las llaves y se han quedado apoyados en el timbre, el autobús que pasa junto a tu casa cada quince minutos. Un breve descenso del ruido y otra vez la música diaria, ahora suena el teléfono. Sin embargo es un sonido rítmico, acompasado, incluso divertido. Es el ruido diario, un murmullo que impide oír notas más estridentes. Es el sonido que te dice que todo marcha en la misma monotonía de siempre. El ruido continúa al bajar por la escalera, al encender la radio del coche, al abrir la ventanilla. En la oficina el coro suena pleno pulmón, puedes reír porque la música diaria te oculta. Sales a tomar café y la cafetera del bar bufa, la cucharilla se cae al suelo y el azúcar tintinea sobre la taza. Los vasos golpean una y otra vez la mesa. Al regresar por la tarde las voces del gentío flotan a tu alrededor. Por fin cuando te acuestas los ruidos se acallan pero en tu mente sigue sonando esa adorable música corriente. 

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Compañeros de viaje




Una bandada de pájaros cruza el cielo. Vuelan hacia el sur en busca de zonas cálidas. Puede que en el trayecto encuentren peligros, pasarán días en el aire sin hacer un descanso, quizás antes de llegar a su destino encuentren vientos y tormentas, alguno de sus compañeros de viaje les entorpecerá el camino, y es posible que enfrenten a ociosos cazadores para los que son un simple puntito débil y desprotegido en el cielo. El cazador siempre será un cazador, el vil compañero será solo un obstáculo más, que queda atrás como pasa el viento. 
A ras de suelo, un niño mirará al cielo mientras juega y gritará sorprendido: 

-Mira... !!Cuántos pájaros!! 
Y su amigo tirará una piedra y sugerirá en su aburrimiento: 

-!!A ver quién le da primero!!