Dejo la empresa.
Pude habérselo comunicado
esta mañana, cuando usted visitó la sección de montaje. Le vi llegar, acercarse
con su carísimo traje, el pelo engominado y ojos altivos. Le vi pasar a mi
lado, seguir adelante sorteando al resto de trabajadores y salir por la otra puerta. Era la hora del
almuerzo. Durante un instante lo imaginé sonriendo sin preocupación mientras
saboreaba un bocadito de jabugo. Imaginé que a continuación utilizaba una frágil
servilleta de papel y con desdén la arrojaba al suelo y la pisoteaba para
cerciorarse de que no se movería de ahí. Estoy segura de que tuvo un breve
momento de lucidez, uno de esos momentos que a todos nos asaltan en el instante
más inesperado. Lo imaginé aburrido,
asqueado, incluso odiándose profundamente. Entonces fue cuando lo decidí,
decidí que jamás formaría parte de una cooperativa como aquella. Escuché el
ruido del motor de su coche que se
alejaba, como un día más, uno de tantos
y sentí un alivio inmenso.
Han sido muchos
los años y muchas las experiencias siempre acompañadas del chirrido de la cinta
transportadora. Un sonido que por mucho que me aleje retumbará en mis oídos como
un recuerdo, como un aviso.
En la
taquilla encontrará el buzo, la tarjeta
de entrada y los objetos que ya no necesito. Incluso no deseo el finiquito que me
corresponde. Voy a regalárselo, y espero que con él se compré usted una corbata
nueva y se haga un nudo marinero con ella.
Fantastica manera de despedirse de un trabajo. Por otra parte decirte que el tuyo, tu historia, es excelente. Tu narrativa es fácil de leer y engancha. Me mantendré en mi puesto y te leeré con la frecuencia que me permita el tiempo, que no las ganas. Un abrazo.
ResponderEliminarMariló, me alegro muchísimo que te enganche mi manera de escribir, mira que me has alegrado el día. Muchas gracias por leerme.
ResponderEliminarCoincido con Mariló; tu historia es una de esas que "se cuentan solas", que parece fácil de escribir cuando en realidad no lo es tanto. Te felicito y te seguiré leyendo.
ResponderEliminarGracias Pascual. Un placer leer tu comentario.
ResponderEliminarEs una historia estupenda y muy bien contada.
ResponderEliminarBesitos.
Gracias de nuevo Mar. Besos
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